«Wanderers somos todos» es una frase que Jorge Lafrentz más de alguna vez ha pronunciado, frase que incluso utilizo en una entrevista que le hice hace algún tiempo en donde le fastidiaba mi postura de nombrar constantemente la palabra Sociedad Anónima. Pero es en situaciones como estas en donde claramente más razones entrega la SA que administra Wanderers para diferenciar su postura e intereses con respecto a la de los wanderinos y wanderinas, tanto socios y socias como hinchas e incluso para con el cuerpo técnico y plantel. Con su nulo proyecto deportivo en el ámbito futbolístico, su falta de manejo en aspectos contractuales (fichajes, ventas y renovaciones) y falta de compromiso con su entrenador al no entregarle las herramientas necesarias para mantener el protagonismo recuperado.
Concluido el campeonato pasado me quedaba clara la necesidad que tenía Wanderers de cara al torneo ya iniciado. 3 refuerzos; un lateral, un volante y un delantero. Las razones simples, en cuanto a laterales contamos hoy en día con Franz Schultz, Oscar Opazo y Gonzalo Barriga. Falta uno para tener alternativas y lamentablemente desde la cantera no asoman hombres que tengan la capacidad de cubrir la banda tanto defensiva como ofensivamente. Un volante considerando que tenemos solo a Jorge Luna en cuanto a aporte de esas características. Terminando con el delantero para tener una alternativa de peso a Roberto Gutiérrez y Gastón Cellerino.
Ese era el ideal y la situación actual es muy distante a él. A la falta de refuerzos hay que sumarle hechos que hacen reconsiderar ciertas prioridades iniciales. La lesión de Agustín Parra (el mejor defensa chileno del campeonato), la partida de Roberto Gutiérrez y sumarle el ya considerado y conocido retorno de Mier a la UC. Todo lo anteriormente descrito sumado a la ineficacia de la SA en amarrar los refuerzos solicitados por el DT han llevado al cuerpo técnico caturro a prácticamente resignarse con la posibilidad de sumar solo dos jugadores los cuales serían delanteros (se da por confirmado el arribo del delantero paraguayo González de Magallanes) y se descarta definitivamente la opción del ex goleador de Ñublense, Luciano Vásquez.
No solo en materia de fichajes ha fallado la SA, también en su capacidad de ofrecer condiciones óptimas en temas contractuales a sus jugadores. El tema de los juveniles lo trataremos en el próximo apartado, pero está claro que lo de Roberto Gutiérrez fue económico y también es importante señalar el tema de Gabriel Castellón que solo hace unos días firmo una renovación que se tuvo que haber dado hace meses. Seamos claros, en un club serio, con una política institucional clara y potente en relación a la cantera es absolutamente inadmisible que haya ocurrido algo como lo de Gabriel Castellón. Está claro que hoy en día el titular es y tiene que ser Mauricio Viana, pero negarse ante el inminente talento que es Castellon y no demostrar el interés en entregarle las condiciones para desarrollar ese potencial en el club es claramente tener intereses muy lejanos a los del Wanderers de la gente, de sus hinchas.
Volviendo a lo futbolístico creo que el reemplazante de Agustín Parra debe encontrarse en las alternativas existentes dentro del plantel pese a que ello tenga que significar algunos cambios en funciones en tarea defensiva. A lo que me refiero es que el reemplazante de Agustín al entregar cosas distintas puede provocar ciertos movimientos posicionales de los intérpretes. Por qué resignar a reforzarme en esta zona es porque considero que existen jugadores de nivel que puedan dar soporte a los otros de menos jerarquía pero también muy útiles.
Distinto es el tema en materia ofensiva, faltan variantes y ello queda demostrado por la falta de variables de Wanderers para construir de forma colectiva. Lo vimos en muchos pasajes del partido del debut frente a Barnechea y en exceso frente a Cobreloa en donde las ausencias de Jorge Luna y Gastón Cellerino se sintieron una enormidad. Considerando el gusto de nuestro entrenador, que al llegar al club y consultado por su forma de jugar señalo que en delantera le gustan «Dos delanteros potentes, fuertes» es que se entiende en parte lo del ya casi confirmado arribo de González y principalmente lo de Luciano Vásquez uno que Astorga solicito desde el inicio junto a Milton Caraglio (Vélez).
Claramente uno de ellos cumplirá funciones más cercanas a las que cumplía Gastón Cellerino el torneo pasado; bajar a recibir para permitir la llegada de frente de la segunda línea de ataque, presionar salida de centrales para que tengan menos tiempo de pensar en elaborar, arrastrar marcas en balones detenidos para permitir llegada del compañero al segundo palo, en las contras abrirse para generar espacios en la zona media, etc. El otro seguramente será más incisivo en últimos metros, jugando más al borde de la línea del «offside» y más cerca del arco. Es de esperar que la dirigencia logre abrochar sus incorporaciones en estos días para tener una ínfima esperanza de que se contrate un tercer refuerzo que le permita a Astorga tener las herramientas mínimas necesarias para pelear por el campeonato.
De todas formas es valorable la postura que ha mostrado nuestro entrenador don Emiliano Astorga, descartando opciones que no le llenaban el gusto y manifestando que a Wanderers no puede llegar cualquier jugador que no marque diferencias claras en relación al material existente en juveniles, el que llegue tiene que ser un aporte significativo y disimular las carencias de cierto tipo de jugadores en nuestro futbol joven.
En una próxima columna tratare el tema de las series menores y la relación de la SA con los juveniles. Principalmente considerando que es desde acá donde Wanderers debe producir variantes para el primer equipo, pues posee un material superior a la gran mayoría de los clubes de nuestro futbol. El problema no son nuestros juveniles y sus capacidades sino la política desarrollada, las herramientas y fundamentos entregados a los juveniles en las distintas etapas de las series menores para que luego lleguen con ciertas claridades a desarrollar en el primer equipo algo practicado durante años. El problema de Wanderers en la época en donde teníamos muchos juveniles en cancha no fue el apostar por la cantera, el tener una gran cantidad de jóvenes en el equipo titular no era el problema o el error como muchos quieren hacer creer, sino las condiciones que se le entregaron a estos para tener un buen funcionamiento colectivo.
Comenta con Facebook