Una vez más la inagotable cantera caturra vuelve a nutrir a la Selección Nacional.
Debutó con la tricota verde por allá por el año 2008 de la mano del nefasto Jorge Aravena. Honestamente no recuerdo su debut, ni sus actuaciones de esa temporada. Sí Recuerdo que mi primo (Mario Espinoza) compañero de generación de él en las inferiores caturras, me advertía ya en ese entonces que era un jugadorazo.
Recuerdo también su rendimiento el año 2010, sobretodo su gol frente a la U. de Concepción, que le dio a ese equipo la oportunidad de disputar hasta el final la posibilidad de pelear un cupo para la Liguilla de Copa Libertadores de ese año.
El 2011 y 2012, alternó buenas actuaciones con algunas muy malas, siempre dejando la sensación de que había potencial en él, pero sin terminar de plasmarlo de manera consistente en cancha.
Las temporadas 2013 y 2014 marcaron un punto de inflexión, el cual fue interrumpido por una inoportuna lesión.
Pero a comienzos de este año la cosa comenzó a cambiar. De la mano de Alfredo Arias primero, y de Eduardo Espinel hoy en día, poco a poco no solo siguió demostrando sus condiciones a pinceladas, si no que comenzó a mostrar regularidad, a un alto y ascendente nivel. Es así que hoy Opazo es segundo capitán, figura y referente del Decano. Sin duda algo impensado hace un par de años atrás para la mayoría.
Impensado incluso quizás para el mismo Óscar, pero incuestionablemente merecido, fruto del esfuerzo, sacrificio, constancia y madurez, de un tipo humilde, enfocado y por sobre todo amante de nuestros colores e institución.
En lo personal, mas allá de sus condiciones (que nunca han estado en duda), es difícil encontrar a un jugador en el plantel que sienta que tiene más merecido que él, el bailar esta vez con la bonita.
Porque al final la nominación de nuestro querido Torta, es el ejemplo palpable de que no importa cuántas veces nos equivoquemos, cuantas veces tropecemos, si somos constantes, humildes y rigurosos en el compromiso con nuestros objetivos, más temprano que tarde podremos ver los frutos de nuestro esfuerzo y dedicación.
El pueblo wanderino está sin duda orgullosísimo de nuestro referente y capitán. Sólo nos queda desearle éxito en esta nueva etapa y agradecerle por habernos defendido no solo con honor y valor, si no que con amor y comprensión de nuestros colores y de lo que significa ser del Wander’ y de Valparaíso.
Éxito Torta, pues tu éxito es nuestra alegría.
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