Un gran triunfo consiguió Santiago Wanderers frente a Universidad Católica en Santiago que le permite escalar hasta la mitad de la tabla de posiciones y alejarse por ahora bastante de la zona de descenso en la tabla de promedios. Sin embargo tan importante como los puntos es el repunte futbolístico que ha tenido el equipo en las últimas fechas.
Juan Enriquez
En la previa había incertidumbre respecto a la formación que utilizaría Basay frente a la UC ya que tenía las bajas obligadas de Toloza (suspendido) y Torres (lesionado) además del castigado Cólzera por lo que algunos aventuraban la posibilidad de regresar al esquema 4-2-2-2 el cual solo había traído derrotas para el Decano, además de un juego básico y predecible en cual tenía como único argumento el pelotazo. Pero por suerte para Santiago Wanderers su DT prefirió mantener el sistema táctico que venía utilizando en las últimas fechas haciendo ingresar a Bórquez en la posición de Toloza y López en la posición de Cólzera.
Viana; Schultz, Luna, Prieto, Sandoval; Ormeño, Robles, López, Castillo, Bórquez; Donoso fue la formación titular con la cual el equipo porteño entró a San Carlos de Apoquindo y en la banca destacaba el regreso luego de varios meses de Eladio Herrera ya recuperado de su lesión.
El transcurso de los hechos en el primer tiempo ni el más optimista de los wanderinos lo hubiese predicho y es que el Decano se iba al descanso ganando por 3-1 siendo superior en cancha al equipo local y hasta ese momento puntero del campeonato.
Pese a la fortuna en el primer y tercer gol (autogol en estricto rigor) Santiago Wanderers era un equipo superior a Universidad Católica en el campo de juego, al igual que contra Universidad de Chile, no se realizaba un juego vistoso pero se presionaba al rival en mediocampo para evitar que sus jugadores tomaran el protagonismo del partido, la dupla Ormeño-Robles anulaba el mediocampo de ataque cruzado durante la primera mitad del primer tiempo. Luego del minuto 30 de la primera parte el juego de Robles decayó en cuanto a la marca dando más libertad a Mirosevic y Peralta para enviar pases en profundidad generando prácticamente las únicas llegas del local en todo el partido, incluido el gol.
Por su parte los volantes externos quienes se veían como amenaza por el ya conocido problema de marca de los laterales caturros eran controlados a la perfección por Schultz en la derecha y por la dupla Sandoval-Bórquez en la izquierda, al juvenil se le encomendó realizar la función de Toloza y pese a que aun no tiene el físico de un jugador profesional cumplió de muy buena forma cubriendo los espacios que dejaba Sandoval cuando pasaba al ataque y también aportando con buen pie en la mitad de la cancha asociándose con Ormeño y Castillo.
Nuevamente Basay le entregaba a Castillo la responsabilidad de ser el conductor del equipo, pese a su poco protagonismo en los partidos pasados, Wanderers debe contar con un jugador en esa posición para desarrollar el juego que quiere su técnico. Sin brillar el playanchino tuvo una actuación muy superior en relación a lo que venía haciendo en este 2013, participó más del juego y junto a Ormeño eran quienes marcaban los tiempos del Decano, sin embargo sigue fallando en cuanto a su pasividad, es anticipado muy fácil por los defensas rivales, pero como se dijo luego del partido frente a Palestino, las condiciones las tiene y sus fallas pasan prácticamente en su totalidad por un tema de actitud y confianza.
En el segundo tiempo se pensaba que el local saldría con todo en busca del empate, sin embargo fue Wanderers el dominador de las acciones, sin meterse atrás los caturros aprovechaban los espacios dejados en mediocampo por Universidad Católica para tocar con tranquilidad en busca del arco rival, jugando con la desesperación del rival. Un acierto por fue el ingreso de Oscar Opazo por Diego Borquez, un relevo que le dio mayor profundidad al Decano por la banda izquierda y un buen apoyo en la marca para Sandoval en su afán por controlar a Meneses. Por otro lado Robles recuperó su buen nivel de la primera mitad del primer tiempo siendo factor importante para evitar que el equipo local se hiciera dominador del terreno de juego.
Obviando los 15 minutos finales del partido, Santiago Wanderers nunca estuvo metido en su área aguantando el resultado, esto solo se dio con los locales buscando casi de forma desesperada el arco de Viana ya que a esa altura del partido las piernas estaban cansadas y era prudente cuidar la ventaja.
Descontando el gol anulado a Universidad Católica, los locales no remataron al arco forzando alguna tapada de Viana, se manejó muy bien la tensión y la presión que ejercía el equipo local apoyado por su público siendo importante nuevamente Moisés Villarroel en los minutos finales ordenando a sus compañeros.
Alguien que merece un punto aparte y que nuevamente jugó un tremendo partido fue Matías Donoso, no solo con el golazo que convirtió en el primer tiempo sino por el trabajo que debe realizar como único delantero referencial. El jugador llegado desde Temuco aguanta la pelota a la perfección ya que no solo lo realiza con su físico sino que también con sentido futbolístico, no es aguantar por aguantar, siempre tiene en la mira a un compañero a quien tocar o en quien apoyarse, y de no ser asi se las arregla el para evitar que la jugada se diluya. Un jugador que responde a su cartel de refuerzo con goles y un tremendo sentido de equipo.
Viana sigue respondiendo en el arco consolidándose en el puesto y lo de Luna junto a Prieto ya no debe sorprender, pese a que el uruguayo se mostró algo dubitativo en San Carlos al estar condicionado por una tarjeta amarilla, los centrales rioplatenses dan una seguridad que hace mucho tiempo no tenía la defensa porteña.
Ahora viene un nuevo partido de local contra un rival directo en la lucha por no descender, esta vez será Santiago Wanderers quien tendrá la presión y un obligado protagonismo que costó manejar contra Palestino, por lo que Basay tiene trabajo para la semana, ahora con un plantel casi completo.
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