En un sufrido partido Santiago Wanderers consiguió su tercera victoria consecutiva luego de vencer por 2-1 a Audax Italiano en Quillota. Con este triunfo el equipo llega en racha positiva al tan esperado Clásico Porteño, sin embargo no se debe caer en la soberbia o el exceso de confianza ya que todos sabemos que estos son partidos aparte.
Poco de previa tuvo el partido frente al equipo de la colonia italiana y solo horas antes del partido nos enterábamos que Basay regresaba al esquema 4-2-3-1 dejando de lado la posibilidad de entrar a la cancha con 3 hombres de quite como lo hizo en El Salvador.
La principal novedad era la titularidad de Leandro Torres, el argentino tomaba la posición de enganche desplazando a Jefferson Castillo a la banda izquierda, el resto del equipo no variaba en relación a los que jugaron en la región de Atacama.
Como ya es costumbre el juego de Santiago Wanderers podemos dividirlo en dos tiempos totalmente opuestos. Un primer tiempo jugado a gran ritmo con un Leandro Torres protagonista que hacía jugar a sus compañeros y teniendo participación en los dos goles del Decano. El argentino tiene lo que se le criticaba a Castillo como enlace de Santiago Wanderers, es un jugador protagonista, que pide el balón anticipando a sus marcadores buscando siempre el arco contrario, sin miedo a rematar de media distancia ni encarar a los defensores, tal vez en algunos casos pecó de individualismo, pero seguramente motivado por el gran partido que estaba realizando.
2-1 fue el marcador del primer tiempo siendo el descuento de Audax solo un accidente gracias al talento del goleador del torneo Sebastián Saez, pese a que luego del 2-0 el equipo porteño bajó un poco el ritmo la visita no se acercaba al arco de Mauricio Viana.
El segundo tiempo fue todo lo contrario, Audax se adueñó del partido y tenía al equipo caturro en su mitad de la cancha, si bien sus llegadas más peligrosas llegaron en los últimos minutos de partido superaba con claridad a Santiago Wanderers en el manejo del juego ¿La razón de este cambio? Una que venimos comentando hace varias semanas, el bajón futbolístico de Andrés Robles en los segundos tiempos. El seleccionado sub-20 baja considerablemente su despliegue físico en la cancha lo que repercute en la marca del equipo en mediocampo, con Robles disminuido y solamente Ormeño en esa zona el Decano regala la mitad de la cancha lo que permite que los rivales lleguen con mucha facilidad al borde del área, pero además que al carecer de recuperación la ofensiva porteña desaparezca ya que los hombres encargados de llegar al arco contrario no reciben la pelota en campo rival.
También nuevamente fue factor la mala lectura del partido por parte del DT caturro, el ingreso de Sebastián Méndez era necesario, sin embargo el hombre que debía abandonar la cancha era Andrés Robles de forma de recuperar el quite en la mitad de la cancha, con el ingreso del villalemanino Santiago Wanderers pasó a jugar con 5 hombres en defensa entregándole definitivamente el partido al rival.
Si la estrategia de Basay era apostar por el contragolpe resulta inentendible que sacara a López siendo el jugador más rápido de los 22 hombres en cancha, más aun tomando en cuenta que Salmerón estaba agotado.
Finalmente pese a su mal segundo tiempo donde Viana fue protagonista principal en los minutos finales para conservar la ventaja, el Decano terminó ganando por 2-1 llegando casi de la mejor forma posible al Clásico Porteño, casi de la mejor forma porque Leandro Torres fue expulsado tontamente casi al terminar el partido.
De cara al clásico nos encontramos con un Santiago Wanderers llegando en un gran momento y con un equipo ratonil sumido en una mala racha, sin embargo debe primar la humildad. Bien sabemos nosotros que estos son partidos aparte, poco importa el momento actual o la posición en la tabla y quien gane será el equipo que cometa menos errores. Se viene una linda semana de cara al sábado 27 de abril a las 12:30 horas, más allá de las bromas, humildad ante todo jugadores.
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