El cuadro genovés dio vuelta el marcador en el mismísimo Estadio Olímpico y dejó al cuadro del chileno dos puntos debajo de Inter de Milán a falta de tres jornadas para que finalice el campeonato de la Serie A italiana.
Balde de agua fría para la Roma. Tras vencer la semana pasada en el clásico de la capital italiana a Lazio (2-1), los de Claudio Ranieri cayeron en una maldición y sumaron dos derrotas consecutivas: una pena pasajera a mitad de semana por Copa Italia (cayeron 1-0 ante Udinese, pero igual clasificaron a la final) y un dolor hondo este domingo, luego de perder 2-1 como locales ante Sampdoria.
Todo parecía viento en popa para mantener la punta de la Serie A con la apertura de la cuenta a los 14’ a través del ídolo Francesco Totti, despreciando así la presión impuesta por el Inter, que el sábado venció 3-1 a Atalanta, en el arranque de la 35ª fecha.
Pero en el complemento, apareció un imparable Giampaolo Pazzini, que anotó en los 52’ y 85’ silenciando a los seguidores «giallorossis», que vieron con horror cómo su equipo soltó la punta del certamen cuando sólo quedan nueve puntos por jugarse.
El porteño David Pizarro jugó los noventa minutos en la escuadra anfitriona, que quedó con 71 unidades contra las 73 de Internazionale. En el calendario romano aparecen Parma, Cagliari (el único partido como local) y Chievo, mientras que los dirigidos por José Morinho tendrán similar régimen, debiendo enfrentar a Lazio en Roma, recibir a Chievo y cerrar el torneo, como forastero, ante el modesto Siena.
Luego de las burlas de Totti a la Lazio, ahora él y sus compañeros deben encomendarse a los «biancocelestis» para volver a retomar la primera posición. Cosas del destino.
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