Por primera vez en mucho tiempo Santiago Wanderers comenzó sumando de a tres en un torneo de primera división. Pese a que no se mostró un buen juego, los porteños lograron controlar el partido y quedarse con la victoria gracias a su solvencia defensiva con la ya consolidada línea de tres en defensa.
por Juan Enriquez
En la previa el choque frente a Huachipato era un partido complicado por una suma de factores. En primer lugar hace mucho que Wanderers no lograba traerse el triunfo desde Talcahuano (la última victoria fue el 2006 en el antiguo estadio Las Higueras), en segundo lugar por el bajo rendimiento del Decano en Copa Chile, quedando eliminado en primera fase, y en tercer lugar por las ausencias en delantera, Pol, Cellerino y Donoso debían conformarse con ver el partido por tv.
Frente a este escenario lo más lógico era incorporar a Sebastián Reyes como hombre punta acompañado por Sagredo, Torres o López como segundo delantero. Sin embargo Ivo Basay prefirió la improvisación y dispuso de una oncena sin un hombre punto definido.
Viana; Prieto, Luna, Abarca; Ormeño, Robles, Schultz, Castillo, Opazo; Torres y Sagredo dibujando un 3-5-2 que variaba a ratos a 3-6-1 fue el equipo con el cual debutó Santiago Wanderers en este campeonato.
Los primeros minutos fueron muy bajos de ambos equipos, ninguno lograba hacerse del control de la pelota y los arqueros eran meros espectadores. Los caturros intentaban llegar al arco contrario mediante pelotas filtradas, sin embargo los ataques, al igual que en Copa Chile, carecían de profundidad, pesaba la ausencia de hombre de área.
Transcurridos los primeros 30 minutos Santiago Wanderers mejoraba en algo su funcionamiento, Ormeño y Torres tenían más contacto con la pelota, siendo los principales agentes ofensivos, en desmedro de Castillo quien no aparecía en el partido y Sagredo quien mo lograba superar a sus marcadores como único «delantero». Pese a la falta de fútbol el primer tiempo terminó en ganancia gracias al oportunismo y al gran remate de Franz Schultz.
El segundo tiempo se presentaba sin cambios, pese a la falta de presencia en el área evidenciada en la primera parte y el bajísimo rendimiento de Jefferson Castillo quien confirma ser un jugador de segundos tiempos.
El desarrollo del partido no cambió en gran medida, Santiago Wanderers presionaba la salida de Huachipato no permiténdole jugar, elemento muy importa ya que con la ausencia de Sebastián Méndez el equipo pierde mucha recuperación de balón en la mitad de la cancha, por lo cual la presión es necesaria para evitar que el rival se haga del control del partido.
Mauricio Viana prácticamente no intervino a lo largo del partido, solo era requerido cuando el local tenía una pelota parada a su favor, lo que habla bien del trabajo defensivo de la ya consolidada línea de tres en defensa.
En faceta ofensiva se apostaba al contragolpe controlado por Jorge Ormeño, sin embargo nuevamente pesaba la ausencia de hombre de área ya que llegando a las inmediaciones del área las cargas se diluían.
Quizás el punto más bajo de este segundo tiempo fue el ingreso de Nicolás López Macri, el velocista argentino no tiene fundamentos técnicos, es un misterio como llegó a ser futbolista profesional, por lo cual todas las cargas que llegaban a su sector terminaban con la pelota en poder del rival.
Exigir un buen juego para este partido era pedir demasiado, las ausencias eran muchas y se jugó el partido en razón de lo que se tenía, la apuesta funcionó porque se consiguieron los tres puntos, sin embargo no es tiempo de proyectar a este equipo porque recién conoceremos el real rendimiento con todos los jugadores a disposición del técnico.
Partir ganando siempre será lo mejor. Esperemos que el próximo partido, ya con más alternativas en ofensiva, se pueda mejorar en cuanto a la elaboración del juego.
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