La felicidad nos embargaba a los wanderinos comenzando la semana, la hinchada estaba ilusionada, no porque le hubiésemos ganado a la U de Conce, sino por la anunciada junta de accionistas que se realizaría antes del partido con Audax.
Juan Pablo Enríquez
http://twitter.com/JuanEnriquezSW
En las redes sociales se comentaba un posible cambio en el directorio y las declaraciones en los diarios contra la gestión de los dirigentes por parte de los accionistas nos hacían soñar con la salida de Lafrentz y Eguiguren, hoy en día, los enemigos número uno de Valparaíso. Termina la reunión luego de varias horas y sólo una información importaba, el directorio se mantenía, el resto es agregado. Un aumento de 900 millones de pesos (cuando se habían prometido 1200 millones) y la posible incorporación de un gerente técnico de acá a tres meses son anuncios irrelevantes si continúan los mismos personajes al mando del club. No sirve de nada que se inyecten millones porque el dinero se gasta mal.
La directiva se defiende con prepotencia, tirando la billetera en la mesa y descalificando a los hinchas, tratándonos de ignorantes y convencidos de que ellos son los dueños de la verdad, que son los únicos que saben cómo administrar un club de fútbol, pero tres años de fracasos demuestran lo contrario.
Mirando el tema desde otro punto de vista tal vez estos sujetos si saben cómo administrar un club y tienen la fórmula para el éxito deportivo, pero no les interesa. Analizando las declaraciones a la prensa de Jorge Lafrentz o Ignacio Eguiguren para defender su gestión, siempre recurren al tema del fútbol joven, del proyecto que tiene Wanderers de formación de jugadores. Nada mal, miremos al Barcelona, el mejor equipo del mundo por lejos, al que todos quieren imitar, sin embargo, hay un pequeño gran detalle que diferencia nuestro proyecto del de los catalanes: Barcelona forma jugadores para el primer equipo mientras que Lafrentz y Eguiguren forman jugadores para la venta. Si uno revisa la prensa jamás se ha hablado de formar jugadores para el futuro de Santiago Wanderers, sino que todo va enfocado a la venta de estos.
El éxito deportivo de Wanderers no les interesa. Esto no es un prejuicio o una frase antojadiza, es la conclusión que cualquier hincha puede sacar del discurso de los dirigentes; «Sólo la venta de jugadores permite recuperar la inversión». Aquella debe ser la frase más utilizada por la dirigencia para salir al paso de las críticas, apelando al proyecto formativo de Wanderers y dejando más que claros los objetivos de la Sociedad Anónima. Ni siquiera es necesario leer entre líneas o inferir algo, nos lo dicen con todas sus letras: nosotros invertimos para vender y recuperar nuestra inversión, el resto no nos importa.
¿Quiere más argumentos? El caso Kodogiannis, un jugador que debutó en primera división el año pasado con un gran rendimiento, polifuncional con apenas 19 años, y a quien muchos considerábamos como pieza fija para este 2011. Hoy en día lo pedimos a gritos en el equipo ante el fiasco de lateral izquierdo titular con el que contamos. Pero ¡oh, sorpresa! no puede jugar porque se niega a firmar un contrato con un sueldo de 350 mil pesos por 5 años que le ofrece la dirigencia. Una directiva con un proyecto formativo enfocado en potenciar el equipo profesional no la piensa dos veces y le entrega mejores condiciones al jugador, pero para una directiva que sólo piensa en los ingresos por la venta del jugador lo desecha porque no es negocio para ellos un contrato mejor. No importa que no contemos con lateral izquierdo, que se vaya a entrenar con los juveniles hasta que acepte nuestras condiciones.
Sigamos, Jorge Ormeño, ídolo porteño, campeón del 2001 y reconocido wanderino que cada vez que podía declaraba en la prensa su deseo de volver a Wanderers y retirarse en el club. Jugadorazo, hoy titular en Copa Libertadores en el equipo que mejor juega en Chile. Ni siquiera fue considerado como opción para venir a Wanderers, nos dijeron que teníamos jugadores de sobra en esa posición y no se requería de sus servicios. Nuevamente lo mismo, nulo interés por invertir en un equipo de peso para conseguir logros, mejor pongamos juveniles que ya demostraron que no pueden llevar el peso de la campaña por sí solos. Para qué poner a un tipo que pasa los 30 años si podemos usar a un joven de 16, así su pase se valora más y quién sabe si sale una venta.
Podríamos bautizar el modelo Wanderers como el modelo Carlos Muñoz, un joven desconocido que está obligado a aceptar las migajas que le entrega la dirigencia por su corta edad, pero que un día puede explotar y venderse a buen precio. Luego, estos personajes que no hicieron nada por su carrera y que le dieron un trato indigno, salen declarando en la prensa que son los grandes responsables del éxito del jugador gracias a su modelo de inversión y así justificando su gestión, que si seguimos así, tendremos muchos Carlos Muñoz.
Los hinchas ya perdimos todo derecho a ilusionarnos con un equipo competitivo que sea protagonista y vaya en busca de un título, porque para nuestros dirigentes y también, luego de la junta de accionistas, para nuestros dueños, no es negocio. La mentira está al descubierto, Wanderers se ha convertido en un criadero y si las ventas no andan bien, quién sabe si nos convertimos en filial de los equipos de Santiago.
Del partido contra el Audax no hay mucho que decir, un fiasco, no hay fútbol en Wanderers (algo lógico ya que no hay plantel) y no hay autocrítica por parte del DT. Tal vez ganemos a Cobreloa y sigamos marcando el paso en primera, para los dirigentes eso es suficiente mientras sigan saliendo talentos de nuestra cantera que jueguen por poco y puedan venderse por mucho.
Como hinchas, primero que todo debemos alentar, finalmente Wanderers es más importante y mientras esta situación no cambie hay que seguir manifestándose contra los dirigentes y ahora sumo a los inversionistas. Hay que seguir informándonos sobre cómo se maneja nuestro club, hay que exigir por todos los medios que tenemos el Wanderers que nos prometieron, el Wanderers que deseamos, el Wanderers que nos merecemos.
!! ADELANTE WANDERERS ¡¡
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